El tamaño si importa


Internet es un conjunto descentralizado de redes de comunicación que tiene su origen en 1969, cuando por primera vez, se consigue la conexión de los ordenadores de tres universidades distintas de California. No es hasta los años 90, cuando comienza a desarrollarse tal y como lo conocemos ahora.

Evidentemente Internet ha cambiado mucho el día a día de la sociedad actual porque, a pesar de que también nos ofrece alternativas de ocio como los videojuegos y la música en línea, nos ha facilitado la manera de consultar datos e información, la comunicación instantánea con otras personas, la realización de gestiones administrativas (como becas o declaraciones de renta), el control de las facturas que nos remiten las distintas empresas contratadas, la banca online e incluso el pago por Internet.

Cada vez más empresas, sin importar lo grandes o pequeñas que sean, se abren hueco en este espacio para así desarrollar el comercio online. Esto les permite economizar su negocio ya que no tienen la necesidad de matener un espacio real o físico abierto al público de una zona determinada, sino que, con un simple almacén les es suficiente para llegar a un público muchísimo mayor.

Para ello, lo único necesario para hacer llegar al cliente su producto, es la contratación de una empresa de transporte, donde se intenta enviar el mayor número de enseres en el menor número de paquetes posible; y cuanto más pequeños sean éstos, mejor.

Esta forma de trabajo puede recordar sin duda alguna al concepto Ikea, empresa fundada por Ingvar Kamprad en 1943, Suecia. A medida que pasan los años, se percata del gran ahorro del precio final del producto gracias al aprovechamiento de espacio (lo que permite un transporte y un almacenamiento más económico). De esta manera, decide vender sus muebles desmontados y empaquetadas de forma plana y sencilla, lo que permite además al cliente a montarlos por sí mismo, y así ahorrarse de nuevo, el precio de un montador.

Aunque los factores mencionados anteriormente sean algo característico de la empresa sueca (y cada vez el de más empresas de mobiliario que están emergiendo en la actualidad), el predecesor de esta idea es Michael Thonet, constructor de muebles alemán conocido por el diseño de su famosa silla Thonet. Este modelo realizado en 1859, se trata de un asiento desmontable, formado por seis piezas que eran curvadas de forma artesanal mediante el uso de unos moldes y calor (aunque esta forma de dar forma a las piezas, ya la había puesto en práctica Lucian Ercolani, diseñador de mobiliario italiano que abre su primera empresa de muebles en Inglaterra en 1920, donde nace la Silla Windsor).

Así pues, gracias a ellos, hemos llegado al día de hoy, donde a las empresas cada vez les interesa tener más materias, máquinas de producción, productos, etc. en cada vez menos espacio, porque así además su beneficio es mayor; con lo cual, el tamaño si importa.

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