Arquitectura del Terror

Discoteca Ozone, Pamplona - 2018
Tal y como comenté en una de mis entradas anteriores, la llegada de Internet a los dispositivos móviles ha supuesto un enorme cambio en gran parte del sector servicios. Internet no sólo ha introducido las compras online, sino que también ha mejorado el comercio convencional.

A día de hoy, se puede encontrar en esta plataforma cualquier tipo de información proporcionada por el propio comercio: el horario, la dirección y hasta cuáles son las horas en las que hay más gente comprando. Complementando esta información, los clientes tiene un espacio donde añadir preguntas y opiniones respecto a éste.

Con las reseñas de Internet, el resto de personas interesadas podemos conocer de antemano y sin necesidad de visitar el establecimiento, si el servicio y el personal empleado es correcto, si la relación calidad-precio está bien o incluso podemos saber cómo es el local gracias a las fotos que se suben a la red.  Esta función por tanto, permitirá en un futuro dar a conocer estos lugares independientemente de lo que el tiempo le depare.

Discoteca YoungPlay, Pamplona 1980
Cuántas veces han hablado personas de distintas generaciones con nosotros, sobre cómo pasaban el tiempo en el pasado, y cuáles eran los lugares que solían frecuentar. Para ello, uno debe hacer memoria y recordar cómo era ese sitio, mientras que el otro debe hacer uso de la imaginación porque lamentablemente no hay apenas datos sobre éste; un ejemplo de ello sería la discoteca de las fotografías (arriba tal y como la conozco yo hoy en día, y a la derecha tal y como la conoció mi padre). Así pues, estos espacios o bien fueron rediseñados, destruidos o mismamente abandonados.
Aunque parezca mentira, está al alcance de todos poder descubrir cómo eran estos lugares totalmente desolados, gracias a nueva tendencia que está arrasando en Youtube: el Urbex.

También conocida como Urban Exploration, esta actividad consiste en visitar lugares abandonados y que normalmente suelen estar a las afueras del centro urbano. Para ello, los jóvenes exploradores deben ir bien equipados ya que estas instalaciones además de estar tapiadas para evitar su acceso, están bastante deterioradas por el paso del tiempo y la acción humana.



Estos rastreadores tienen una norma básica, y es que deben dejar el lugar tal cual lo encuentran: no se pueden hacer nuevas pintadas, no se puede romper nada y tampoco se pueden llevar ningún objeto. De esta manera, permiten que la próxima persona que vaya a visitar ese espacio, lo encuentre lo mejor conservado posible dentro de lo que cabe.

A menudo, estos jóvenes son considerados delincuentes por colarse en antiguas discotecas, centros comerciales, gimnasios, fábricas e incluso obras paradas de estaciones de metro. Pero realmente no están haciendo nada más que filmar y sacar fotografías que nos dicen cómo era ese lugar antes de su desuso.

Parecida a esta práctica, se pueden encontrar en cualquier cadena de televisión, documentales sobre ruinas históricas o pueblos abandonados, entre otros. Uno de los casos más recientes, es el de la ciudad de Chernobyl, Ucrania. Sobre ésta, hemos podido conocer cómo era sus calles, parques e infraestructuras y también el tipo de vida que llevaba la gente antes de la explosión nuclear... ¿Qué diferencia hay por tanto, entre este tipo de programas y el contenido que suben a Internet estos exploradores?

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